Tu pieza más triste

 Me conoces como la pieza triste de tus momentos 
aquella que tocas en la soledad del olvido 
la que no necesitas pero buscas
la que se mantiene en secreto de tus deseos bajos 
esa que se camina en los silencios como monotonía. 

Compositor que recurre al lamento para renacer, 
aquel que se escucha el llanto ajeno y se esconde 
pero lo vende en sus lamentaciones a un ritmo conveniente
el que no quiere ni su propia compañía. 
Soy la pieza triste de tu repertorio 
aquel que guardas en tu cama y lo sepultas 
este que escondes en una carpeta debajo del vacío
este que no interrumpe tu historial de persona decente. 
En mí está tu deseo último 
el que buscas cuando la prioridad no quiso 
al que sucumbes como la instancia última del placer. 

No soy más que el reflejo de las lágrimas que no sueltas
estas que el frío ha vuelto témpanos 
estas que entierras como asesino primerizo
las que tienen llave en una puerta de fácil acceso. 
Compositor de piezas secretas 
el que las vende entre la compañía del aplauso 
el que corre al abrazo de una pieza pasajera 
el que necesita la piel en su mano 
este que quiere irse y permanece. 

Soy la pieza más triste de tu vida 
la que olvidarás en la nueva tierra 
la que será la pausa en una conversación 
la que tendrás doblada como página descuidada
esta que será el pensamiento veloz en una noche devoradora.