Querer en pasajero

 Quiero hablarte de constelaciones y de mis estaciones.

Quiero llenarte de besos como estrellas y de caricias como viento.

Quiero andarte y caminarte con mis dedos

como suelo desconocido en todo tu cuerpo.

Quiero dejar un caminoguía con mi lengua y recorrerlo cada que te descubra sin ropa.

Quiero que el mapa se doble y esta distancia sea un suspiro.

Quiero tus brazos como bufandas y mi respiración en tu cuello.

Me quiero en la seguridad del espacio sin tiempo

mientras

quiero que todo se detenga en la admiración de unas manos en las que quepo.

Me quiero en minutos sin silencios y segundos con la música de tus gemidos.

Me quiero envuelta entre tu pecho y el deseo

solo para volar en la espontaneidad de las miradas de una noche.

Me quiero en una noche de cigarros

solo para escuchar los aires de seducción de dos cuerpos desconocidos.

Me quiero en una voz ronca y unos brazos que me hacen sentir lo que no me veo al espejo.

Te quiero viendo al cielo imaginario

mientras

los mundos se rozan y veo al infierno que nos llama.

Te quiero con tu fuerza guiando mi movimiento y una respiración que se entrecorta.

Te quiero entre mis montañas y mi piel

para perder(me)(nos) en la ventaja de no volvernos a ver.

Te quiero entre una madrugada fría y la simpleza del cansancio.

Y solo para un final,
andar por ahí con un cigarro de disimulo olvidando los recorridos, los besos, las ansias y lo (re)conocido en instantes.