Este cuerpoalma noamado

Ha sido por la inseguridad de un cuerpo no visto
que he mirado que el hombre
llega a apreciar la poesía
cuando hay cuerpo exhibido.

La atención prestada a la piel triste
desemboca en halagos de los versos escritos desde la melancolía,
que la coquetería verbal solo es para abrir
los labios erizos.
He notado que la atención varonil
necesita de la desnudez de poco amor corporal
para leer los versos del alma sola.

Paso
paso tan despacio por esta vida
con ganas de un amor
que parta de abrazar este corazón roto
y que en el tiempo tenga el segundo de
conocer este cuerpo mostrado.

Quiero tropezar con el alma que
tenga la osadía de caminar hacia el enamoramiento de mi pasado

y que tome de la mano a mi niña herida
y sonría al ver a esta mujer en construcción.

Pero me encuentro frente a almas que
quieren el segundo y no la vida,
que solo buscan un presente efímero
y no la historia escrita

y menos la que se está por crear.

Me cierro ante tal realidad
y los labios deseados
se encuentran en sequía
hasta que las manos correctas
puedan tocar la llave clave.